lunes, 12 de abril de 2010

Raíces y copas.



Raices fuertes, copas frondosas. Si queremos tener árboles sanos debemos regarlos, vigilar su crecimiento, enderezar su tronco si vemos que se tuerce, prevenir las plagas, ...... , y sobre todo debemos mimar sus raíces para que arraiguen bien en la tierra y sustenten un árbol resistente tanto a las sequías como a las inundaciones, al frío invierno, a las heladas, al peso de sus frutos y forjar un tronco flexible para que sepa doblarse con el viento sin troncharse.
De la misma manera,si queremos hombres y mujeres fuertes en el futuro tenemos en nuestras manos (manos de padres y maestros, manos que deben ser suaves pero firmes y seguras),los cuidados necesarios. En nuestras manos está la clave para conducir sin interferir,para animar sin sobrevalorar, para sugerir sin solucionar.

NO PODEMOS NI DEBEMOS evitar que comentan errores sino apoyarles para que lo intenten de nuevo, a que se esfuercen sin ocultarles que el esfuerzo no siempre conduce al éxito y que el mundo no va a ser de color de rosa; impulsarles a que busquen nuevos caminos, a que se fijen metas altas pero enseñándoles a conseguirlas subiendo peldaño a peldaño.

Como adultos aprendices y enseñantes no podemos olvidar que el esfuerzo, los errores y la perseverancia son necesarios para el crecimiento de nuestros niños y niñas. Epicuro creía que "los grandes navegantes deben su reputación a los temporales y a las tempestades". Dejad que los niños corran riesgos, dejad que comentan errores.Nos hemos acostumbrado, hemos acostumbrado a nuestros jóvenes, estamos acostumbrado a nuestros niños a las cosas fáciles. Debemos tener cuidado con las aguas que están llenando el caudal del río para que no nos arrastre hacia una "sociedad del mínimo esfuerzo".

Y al hilo de todo esto, de no dejarnos llevar por la inercia, me viene a la memoria un "escrito":
"Si los vientos empujan tu velero hacia la tormenta, arría la vela y empuña los remos para conducirlo hacia brisas favorables".
Y ahora añadiría: "nunca hacia la calma. Nunca, nunca".
No nos dejemos arrastrar por la corriente. Cometamos errores pero sepamos reconocerlos y empecemos de nuevo con energías renovadas para llegar a alcanzar sueños realizables.